El uso de la primera persona, es una de las fortalezas de la terapia Gestalt es, como se ha mencionado, el asumir la responsabilidad de nuestros propios pensamientos, sentimientos y acciones: el participante no tiene que ocultarse usando un sujeto colectivo.
El terapeuta gestáltico tiene la función de guiar al participante para que se haga consciente de su situación (el darse cuenta).
Hay una interacción de yo, tú, nosotros. El participante se expresa tanto verbalmente como con gestos y movimientos.
Antepone la espontaneidad al control; la vivencia, a la evitación de lo molesto y doloroso; el sentir, a la racionalización; la comprensión global de los procesos, a la dicotomía de los aparentes opuestos…y requiere del terapeuta un uso de sí como instrumento (emocional, corporal, intelectual) que transmita una determinada actitud vital en vez de practicar únicamente una técnica útil contra la neurosis.
- Vivir en el ahora.
- Vivir en el aquí.
- Dejar de imaginar y fantasear en exceso sustituyendo al contacto real
- Dejar de pensar innecesariamente sustituyendo a la acción
- Dejar de aparentar o jugar al “como sí”.
- Expresarse o comunicar.
- Sentir las cosas desagradables y el dolor.
- No aceptar ningún “debería”, más que los propios, impuestos por uno mismo en base a nuestras necesidades y experiencias.
- Tomar completa responsabilidad de las acciones, sentimientos, emociones y pensamientos propios.
- Sea lo que Ud. es… sin importar lo que Ud. sea.
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